Una injusticia detrás de otra.

Cada vez intento ver menos las noticias, pero, a veces, justo cuando mi dedo índice se dispone a pulsar ese botoncito para cambiar de cadena, me paro un segundo, y decido dejarlo donde estaba. Que ¿por qué? Pues porque cada vez se ven cosas peores, el sudor se deposita en mi nuca cuando veo como cientos de personas salen a la calle a reivindicar que no se lleven su empresa a otro país, pues sin ese puesto de trabajo ya nada llegará a su casa. Y cuantos desahucios injustos se están llevando a cabo, decidme, ¿dónde vivirán ahora esas personas?, creo que todos nos hacemos una idea. Imaginaos, cuan duro tiene que ser llegar a casa, sabiendo que, ese dinero que se almacena es tu cartera es lo único que te queda, a ti y a tu familia, como mirar a tus hijos, a tu mujer, y mirándoos a los ojos, tener que decirles esas duras palabras. Como tiene que ser ver a tu familia pasando hambre, frió, esa tristeza en los ojos. No sé si coincidiréis conmigo, pero a mi solo de ver a gente así en la televisión, me tiemblan las manos, y un nudo se me hace en la garganta, ver la impotencia de los padres, de los niños, ayudandose unos a otros, apoyando a sus padres. ¿Qué clase de mundo es este? Se me eriza el vello solo de ver imágenes así, y me hierve la sangre cuando, los políticos, al parecer, tan ajenos a esto, siguen pidiendo más dinero, para salvar deudas, que al fin y al cabo, han realizado ellos mismos ¿dónde se quedó su vergüenza o su humildad?, pero claro, para ellos es muy complicado bajarse un poco el sueldo, pero que locura estoy diciendo ¿no?, pero para una familia con 500€ al mes, es mucho más fácil pagar cada vez más impuestos, y eso, si no hablamos de todos los paraísos fiscales, y de todos los corruptos que nos gobiernan, que más dará un partido político que otro, si al fin y al cabo solo buscamos alguien que nos sepa gobernar. La verdad, no es fácil ver esta situación, y al parecer, hagan lo que hagan los ciudadanos no sirve para nada, siempre tendremos opresores. La humildad aflora en estos tiempos entre la gente de "la calle", y es bonito ver actos así, pero, que hayamos tenido que llegar a esto. Así que, supongo que una vez más cambiaré de cadena, para no tener que sentir esa impotencia que me invade y para no tener que derramar unas cuántas lágrimas más, que, al parecer, en estos tiempos, es de lo que más se ve.