Si pudiera pedir un deseo, desearía ser esa chica de la que hablas cada mañana.
Esa chica con la que tienes tantas ilusiones, tantos sueños por cumplir.
Esa chica que hace que se te ilumine la mirada, por la cuál darías
todo, absolutamente todo. Esa chica que te crea qubraderos de cabeza, y aunque me digas que ya la has olvidado, vuelves con ella. Esa chica con la cual te gustaría fundirte en un beso. Cada día me hablas de ella con tanto entusiasmo, como si fuera la única
chica del mundo y no te das cuenta de que hay otra chica, es decir yo,
que daría todo por estar contigo.
Me alegro de que seas feliz, pero odio que no sea yo con la que sueñes todas las noches.
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