Duele, porque es como que deja un agujero en tu pecho, es como que aun no quieres creerlo, que aun sigues pensando que lo volverás a ver todo lo que queda del mes, pero no, sabes que se irá, lejos, muy lejos, demasiado y sientes esa maldita impotencia de no poder hacer nada al respecto.
Te paras un segundo y piensas, piensas todos los momentos que has pasado junto a él, todo lo que te ha ayudado en las distintas etapas de tu vida, para la gran mayoría es un grandisimo amigo, de esos que ya no se suelen encontrar, de esos a los que se les coge cariño con muchisima facilidad, y que cuando quieres darte cuenta es alguien importante en tu vida.
Ya no lo verás allí sentado jugando a las cartas, o escondido por ahí cantando, ya no estará cuando bajes al parque, cuando desees abrazarlo y no encuentres sus brazos,ahí realmente notarás su ausencia.
Es casi imposible no llorar, no sentir el nudo aprisionandote la garganta.Los recuerdos se te amontonan y no puedes pensar en otra cosa, solo deseas que el tiempo pase rápido, tanto que cuando quieras darte cuenta este aquí otra vez, sonriendote como si el tiempo no hubiera pasado.