jueves, 23 de agosto de 2012

La vida crece entre los matices.Te cambio un sí por ese ya no puedo.

Deberíamos apreciar más las pequeñas cosas de la vida, esos placeres sencillos. Deberíamos dejar de preocuparnos por tonterías, y darnos cuenta de que hay muchisima gente mucho peor que nosotros, pensadlo, nos quejamos por tener un móvil nuevo, una televisión más grande, u otra casa a las afueras, mientras tanto hay millones de personas que ni siquiera disponen de un teléfono, que no han visto jamás una tele y que su casa son cuatro cartones sobre el frió suelo.
Nos quejamos por no encontrar el amor, pero es que hay personas que jamás han sabido lo que es eso, ni siquiera han tenido un calor fraternal, una mesa donde cenar todas las noches, ni se imaginan lo que es abrir una manivela y que salga agua, agua limpia y pura.
Os quejáis de que a penas habéis salido de vuestra ciudad, pero es que hay gente que solo conoce esas tristes y feas paredes de un hospital, y que no ha llegado a ver mucho más de lo que su ventana les enseña.
Enserio, recapacitad, sed un poco humanos y daros cuenta de que cualquier problema que tengáis es una minucia comparado con lo que nos deparará la vida, que cuando tengáis una oportunidad cogedla, pero agarradla bien y no la solteis ni desperdicies por nada, porque pensad que hay muchisima gente que daría lo que fuese por tener algo así.
Sé que solo soy una pequeña voz perdida en este gran mundo, pero quiero aportar mi granito de arena, y quiero que la gente se de cuenta de que hay algo más que lo material, que hay sentimiento en cualquier acción, que las buenas palabras y un simple gracias no le cuesta a nadie pero reconfortan.
Y que no todo es tan malo como parece, porque sé que al final del túnel siempre, siempre hay un rayo de luz.

domingo, 19 de agosto de 2012

Love me, please.


Es algo así como no poder dejar de pensar en ti, que mi cabeza divaga por otros temas pero siempre regresa a ti, a tu perfecta sonrisa y a tu cabello alborotado, ese por el cual me gustaría enredar mis dedos e intentar peinarte. Es ese escalofrío que me recorre toda la espalda y ese incomodo sudor que se aloja en mis manos cuando tengo que hablarte. Es saber que esto acabará mal, pero aun así contar con una posibilidad, pequeña, casi minúscula, pero por lo menos ahí esta. Quizás todo esto no sea tan difícil como lo estoy poniendo, pero estoy realmente aterrada. Aterrada porque después de todo nada cambie y yo siga enamorada. Sé que esto se me ha ido de las manos, y que posiblemente acabaré mucho peor, porque no sabía que el amor pudiera crecer tan deprisa. Me siento siempre insegura. ¿Por qué lo veo todo tan sumamente complicado? El amor me ha cambiado, tú me has cambiado y yo… Yo solo quiero que me quieras.